trabaje por un día

red de intercambio laboral: trabaje durante un único día, en algo distinto a lo que hace normal y rutinariamente

Archivo de lavaplatos

fuí LAVA PLATOS!!, y volveré a serlo.

Desde que publiqué mi deseo de ser lavador de platos, hasta el viernes 18 de Abril, continuó siendo un deseo. Ahora… aún lo es.

Ese día me presenté ante Julio, mi nuevo jefe, vestido como un estudiante, por lo que clasifiqué para el casillero de las chicas, por mi… cartera. Cerré la puerta del casillero compartido sabiendo que la cámara y los cuadernos no saldrían de allí durante mi jornada, no por ser de alta actividad, sino proque no tuve autorización para obtener un regisro de la misma.

El día pasó más bien rápido, es una jornada corta y repetitiva, por lo que uno pierde la noción del tiempo siempre que no se fume un cigarrillo, y los sonidos fueron todos relativamente como me los iamginaba: choques de platos por la velocidad con la que se los trata, bolsas de basura que se llenan con rapidez, un vaso que se rompió, el jefe entrando esporádicamente para hacelerar el paso, y muchas de las cosas que uno encontraría en una palícula con escenas de cocina, pero mucho menos formales, y en menor escala. El espacio para lavar los platos era más bien limitado, es una especie de pielta grande en donde dos personas lavaban al mismo tiempo, demasiado concentradas en el trabajo que hacían. El objetivo no es tener el menor número de platos, sino tener un poco más que el de al lado, dado que los platos eran repartidos entre yo y la señora Estela de acuerdo a la cantidad de trabajo que tuvieramos con respecto al otro.

Debo hacer pública una situación que me ha venido ocurriendo desde que manejo este proyecto: Cuando uno cuenta lo que uno desea, la gente sonríe, y de lan ganas de parrticipar, aunque pocos lo hacen. Cuando uno valora el trabajo de un tercero, éste empieza a develar los detalles del mismo y a dibujar una pequeña sonrisa de orgullo con su trabajo, porque ellos han visto y vivido cosas que nosotros no, y al interesarse por su mirada, ellos responden casi como si hubiesen estado esperando el momento de compartir lo que sus ojos han visto, por el valor real que eso tiene. Y aún con todo eso, a veces pasan cosas muy desalentadoras para todos.. La señora Estela, con quien compartí mi vida ese día, tenía un espíritu disminuido, y su trabajo no valía nada para ella, nada, nada, nada, nada. Es curioso, porque parecía no molestarle tanto mientras lo hacía. Sobretodo cuando trapeaba el agua que se nos salía de la pileta, sin embargo yo nunca vi sonreir a esta mujer. Hacercarse a esto es inevitable, y muchos de los que lleguen a participar en este proyecto seguro podrán vivrlo. Es bueno saber que esto existe. Es bueno reconocer su existencia… La señora Estela se vestía de encaje, y eso me llamó la atención, todos los demás ibamos con ropa más bien lijera. No quiero decir con ello que ella quiera más de su vida, solo quiero señalar que ella se tomó tiempo para si misma.

Uno no solo lava paltos por supuesto, en realidad uno es una especie de todero de la limpieza que se concentra en los platos durante y después del almuerzo, y durante ese tiempo uno hace un gran esfuerzo por permitir una baja acumulación de platos, en especial en este lugar, en donde no habían muchos platos que sobraran. Es extraño como se vuelve uno de mecánico con este tipo de tareas. Recuerdo mucho que yo alineaba mi mirada con el borde de la pila de platos que tenía y procuraba que no se salietran del improvisado encuadre que les proporcionaba la pared de fondo. No importaba cuántos platos habían, sino que no se salieran de cierta zona.

Mi día como lava platos estuvo estuvo inmerso en introspecciones y distracciones producidas por actividades repetitivas, este grupo ermético de personas no me dejó entrar por muchas vías, y solo hablé con algunos que me preguntaron porqué hacía lo que hacía, respondiendo a ello con una risa-sonrisa, pero no me respondieron porqué lo hacían ellos con algo distino a la referencia económica.

Pero no hay registro de la actividad, y de alguna manera siento que en la misma hay algo más de vida, por lo que me parece justo repetir la experiencia en unas condiciones un poco distintas, y ya he empezado una debil gestión en este sentido: Mi nuevo jefe parece ser más relajado, y un poco m’as explotador, aunque me dice que yo lo pedí. Insiste en que me pondrá a trabajar mucho, y me permitirá un registro. No hemos cuadrado fecha alguna aunque hicimos un intento el sábado pasado, debido a que yo me encuentro ocupado en mi trabajo habitual de Ser Estudiante, y no tendré tiempo para lavar platos hasta el 4 de junio… El lugar, permite fotos, lanza sonrisas, y permite ser nombrado. Mauro’s. Supongo que mi jefe superiro se debe llamar Mauricio.

Conseguir el trabajo:
Este tipo de trabajo goza de informalidad. Es una actividad que muchos dueños de restaurante clasifican como no calificada y por lo mismo aceptan que uno entre a participar con relativa facilidad. En todo caso es curioso que cuando uno entra a trabajar no se encuentra remplazando a nadie, pues en un restaurante siempre es bienvenida una mano más, en especial si no aumenta sus gastos. Para pedir el trabajo fuí a 3 restaurantes. Dos me dijeron que no estaba el jefe, y en el tercero me dijeron «venga mañana de 11 a 4». Es muy fácil conseguir este trabajo, si es solo por un día.

Lavar con guantes o sin guantes?

Con guantes o sin guantes?

El mugre entre las uñas, el saber que algo ya no tienen grasa, el aplicar fuerza sobre zonas especialmente pegadas, la sensación sobre las manos después de una buena lavada, el acceso a zonas angostas, el desarrollar una conección con el material para conocer su tolerancia a la presión, el estar pendiente de la temperatira adecuada… nooo, SIN GUANTES!

SER LAVA PLATOS

Soy Juan Arenas, y quiero ser el lavador de platos en un restaurante, por un día.

Públicamente admito que para la cocina soy un desastre, nunca recuerdo cuál es la diferencia entre orégano y perejil, y cada vez que saboreo la albaca pregunto qué es, porque siempre me parece un sabor nuevo. Pero hay una vaina que si me encanta. A mi me encanta lavar platos, soy bien estricto cone l asunto y muchas veces dejo que se peguen las ollas solo para tener el pracer de arrancarrrr esa grrrasaaa aaa es que hasta aprieto los dientes cuando lo cuento!. Asi que, siempre he querido pasar un buen día lavando platos a toda. La actividad, el sonido, el acumulamiento, el tomar algo revuelto y apilarlo. El trabajo me llama un resto.

Empiezo aquí mismo, mi inclinación de empleada hacia el ser lavador de platos!